Contexto histórico de J. Locke. Inglaterra, s. XVII
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1601 Creación de la Compañía Inglesa de
las Indias Orientales.
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1603 Jacobo I sucede a Isabel I.
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1607 Ocupación de Virginia, primer
asentamiento británico en Norteamérica.
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1625 Carlos I sucede a Jacobo I.
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1642 Comienza la guerra civil.
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1649 Carlos I es ejecutado y Oliver
Cromwell instaura la República.
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1651 Acta de Navegación: Oliver Cromwell
adopta medidas proteccionistas para el comercio inglés.
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1655 Los ingleses arrebatan Jamaica a los
españoles.
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1660 Se restaura la monarquía en la
persona de Carlos II. Los ingleses ocupan Belice.
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1667 Por la paz de Breda los holandeses
ceden a los ingleses Nueva Amsterdam, que pasa a llamarse Nueva York.
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1670 Por el tratado de Madrid, España
cede las Bahamas y Jamaica a Inglaterra.
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1678 Fundación de la primera factoría
inglesa en la bahía de Hudson.
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1685 Jacobo II sucede a Carlos II.
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1688 Revolución Gloriosa. Con Guillermo
III de Orange-Nassau se instaura la monarquía constitucional.
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1694 Fundación del Banco de Londres.
INGLATERRA EN EL SIGLO XVII
LOS PRIMEROS ESTUARDO.
Tras los autoritarios, pero efectivos gobiernos de la
dinastía Tudor, Inglaterra se incorpora al siglo XVII con la nueva casa
reinante de los Estuardo, monarquía que intentó practicar el gobierno absoluto
con todas sus consecuencias, en una sociedad que venía luchando por garantizar
espacios de libertad frente al Estado. Jacobo I, Carlos I, Carlos II, Jacobo II
serán los actores de un período decisivo en la historia inglesa.
Durante el gobierno de los Tudor (1485-1603) se configuró un
Estado moderno y la estructura socioeconómica que posteriormente haría de
Inglaterra una gran potencia europea. Desde un punto de vista económico, el
desarrollo de la industria manufacturera y de la actividad mercantil debilitan
la estructura económica feudal. En el aspecto social, los pequeños y medianos
propietarios agrícolas y el sector mercantil de creciente poderío, constituirán
una pujante clase media, que hacia fines del siglo XVI ya está en condiciones
de medir sus fuerzas con la monarquía.
El ascenso de los Estuardo al poder, su defensa del derecho divino de los reyes y del intento de aplicar un gobierno absolutista marcarán el inicio del conflicto entre la monarquía y los sectores sociales ascendentes, pugna que se manifestará como un enfrentamiento entre la monarquía y el Parlamento, institución que el absolutismo de los Tudor no había logrado eliminar.
Para los Estuardo, el poder se basa en el derecho divino. Al Estado se le considera como una propiedad de la familia reinante, pudiendo disponer de él de acuerdo a su criterio, en especial en lo relacionado con el establecimiento de nuevos impuestos.
En la pugna por el poder la monarquía no se encontraba sola ya que hábilmente logró atraerse el apoyo de la aristocracia y de la jerarquía anglicana, que pretendía consolidar su poder sobre los católicos, los puritanos (variante del calvinismo) y los disidentes anglicanos. Así, al factor político, se agrega el ingrediente religioso, resultando una mezcla explosiva.
El ascenso de los Estuardo al poder, su defensa del derecho divino de los reyes y del intento de aplicar un gobierno absolutista marcarán el inicio del conflicto entre la monarquía y los sectores sociales ascendentes, pugna que se manifestará como un enfrentamiento entre la monarquía y el Parlamento, institución que el absolutismo de los Tudor no había logrado eliminar.
Para los Estuardo, el poder se basa en el derecho divino. Al Estado se le considera como una propiedad de la familia reinante, pudiendo disponer de él de acuerdo a su criterio, en especial en lo relacionado con el establecimiento de nuevos impuestos.
En la pugna por el poder la monarquía no se encontraba sola ya que hábilmente logró atraerse el apoyo de la aristocracia y de la jerarquía anglicana, que pretendía consolidar su poder sobre los católicos, los puritanos (variante del calvinismo) y los disidentes anglicanos. Así, al factor político, se agrega el ingrediente religioso, resultando una mezcla explosiva.
Jacobo I |
La muerte de Isabel I en 1603 representó el fin de la
dinastía Tudor, por lo que la corona pasó a la familia reinante en Escocia, los
Estuardo. El primer rey de esta dinastía, Jacobo I (1603 – 1625), quien reinó
hasta 1625, tuvo ya que afrontar dificultades por la diferencia entre sus
concepciones políticas absolutistas y la tradición política inglesa (Common
Law).
Llevando su mentalidad absolutista al plano religioso,
hostilizó a quienes no profesaban el anglicanismo de la Corona: esto obligó a
muchos puritanos a emigrar. Si consideramos que siempre fue visto como un
extranjero, y que además no auxilió a los protestantes alemanes en la Guerra de
los 30 Años, por su ya mencionado Absolutismo (para enviar tropas habría tenido
que establecer nuevas contribuciones, pero esto solo lo podía autorizar el
Parlamento, al que el rey no quiso convocar), podemos imaginarnos que fue un
soberano notablemente impopular. (Sabías
que… Los puritanos que emigraron a América del Norte son llamados en EEUU
“Padres Peregrinos”. El “Día de Acción de Gracias” que hasta hoy se celebra en
EEUU recuerda el apoyo de los indios a estos fundadores de una nueva sociedad)
Carlos I |
A su muerte reinó Carlos I (1625 – 1645), con quien las
dificultades aumentaron debido a que el monarca, para poder llevar a cabo la
política exterior que exigía la opinión pública, recurrió a prácticas que
atentaban contra las tradiciones políticas, como empréstitos forzosos y
tributos sin consentimiento del Parlamento. Este reaccionó exigiendo al Rey la
firma de una Petición de Derechos (1628), que anulase las arbitrariedades
decretadas. Carlos accedió, pero poco más tarde disolvió el Parlamento para a
continuación gobernar sin él por 11 años, implantando un régimen absolutista.
Durante este periodo el Rey fue asesorado por el obispo de
Laud en asuntos religiosos y el conde de Strafford en asuntos políticos. Las
acciones de Laud, que reforzó la hostilidad hacia los puritanos e introdujo en
el anglicanismo prácticas de tendencia católica (o papista, en palabras de sus
enemigos), acrecentaron el malestar interior hasta poner al país al borde de la
insurrección. Pero donde sí estalló la
sublevación fue en Escocia, donde también reinaba Carlos y donde Laud también
había intentado, introducir sus reformas. Los líderes rebeldes presbiterianos
(calvinistas), organizados en un poderoso ejército y dirigidos por Alexander
Leslie, se convirtieron en un problema imposible de resolver para el rey, quien
no tuvo más remedio que llamar al Parlamento para poder imponer contribuciones
y financiar la guerra. Como era lógico, éste se negó a colaborar con el rey y
fue por ello disuelto al cabo de un mes (mayo de 1640): sería llamado
“Parlamento corto”.
Sin embargo, el tiempo jugaba en contra de Carlos: falto de
recursos, el monarca no podía afrontar la rebelión escocesa, y, más grave aún,
los escoceses invadieron Inglaterra. Sin otra opción a la vista, el monarca convocó
de nuevo al Parlamento, el cuál esta vez no se disolvería hasta1653. Este
Parlamento largo, dominado por burgueses
y puritanos, aprovechó la debilidad de la corona para llevar acabo la
destrucción del régimen absolutista, desactivando las instituciones creadas por
Carlos y procesando a varios de sus principales colaboradores; en el tema
religioso no hubo acuerdo entre las tendencias
predominantes: anglicanos y puritanos, cada una delas cuales pretendía imponer
su visión de la Iglesia inglesa.
Esta pugna al interior del Parlamento fue aprovechada por el
soberano cuando en1641 estalló una rebelión en Irlanda, territorio católico sometido
hacía tiempo a Inglaterra. Al organizarse en Londres las fuerzas que aplastarían
la insurrección, se planteó el problema de quién debía dirigir la lucha: si el
rey, como siempre, o el Parlamento. Éste, receloso del poder de la Corona,
exigió para sí el mando militar.
Pero Carlos, cuya autoridad había sido ya limitada por el
"parlamento largo", sabiendo que muchos parlamentarios no simpatizaban
con los puritanos ni con el exagerado recorte del poder real que se había
hecho, y considerando él mismo inaceptable que se le despojase del mando
de las tropas, decidió encarcelar a los dirigentes del Parlamento. Como éste se
negó a entregarlos, el Rey acudió en persona con una escolta armada, violando
así las tradiciones y la dignidad del recinto parlamentario. Los diputados que
buscaba, escondidos en las afueras, incitaron a la población a la sublevación y
Carlos tuvo que abandonar la ciudad a los rebeldes: se dirigió a organizar un
ejército, acompañado del 40% de los diputados. Era el inicio de la Revolución
puritana, la guerra civil.
LA REVOLUCIÓN PURITANA.
En esta guerra civil se enfrentaron dos bandos: los
Caballeros, partidarios del rey y pertenecientes principalmente a la gran
aristocracia terrateniente, y los Cabezas redondas, defensores del Parlamento y
en su mayoría de extracción burguesa. La lucha, igualada al inicio por la
mediocridad de los jefes militares de ambos bandos, se definió por la
intervención de Oliver Cromwell y sus "ironsides", un regimiento de
puritanos fanáticos. Bajo su guía, el Parlamento obtuvo la decisiva victoria de
Naseby. (1645)
Carlos huyó a Escocia, tierra natal de los Estuardo. Sin embargo, sus compatriotas, irritados
porque seguía negándose a modificar su política religiosa, lo vendieron a los ingleses por 40.000 libras. En Inglaterra, por otra parte,
el ejército victorioso acabó por tomar el poder: el Parlamento fue depurado y
se impuso la condena a muerte de Carlos, cumplida el 9 de febrero de1649. Se
iniciaba la República inglesa, etapa singular en la historia de este país.
LA REPÚBLICA INGLESA.
Cromwell |
Los hechos más
destacados de este periodo inédito en Inglaterra fueron:
•La abolición de la Realeza y de la Cámara de los Lores.
• La lucha contra los rebeldes irlandeses, sangrientamente aplastados,
y contra los escoceses, que fueron también vencidos.
• La proclamación de la unión definitiva de Inglaterra y
Escocia.
• El establecimiento del Acta de Navegación, que establecía
que las mercaderías que llegaran a Inglaterra solo podrían hacerlo en naves de
su país de origen o inglesas. Los holandeses, especializados en el comercio de
artículos de otras naciones, contestaron con la guerra.
• La creciente tensión entre Cromwell y el Parlamento, que
culminó en la disolución de éste. El régimen degeneró en una dictadura militar
cada vez más abierta, lo que lo hizo insostenible a la larga. En 1660, el hijo
de Carlos I, refugiado en Francia, restablecía la monarquía en el país;
Cromwell había fallecido 2 años antes.
LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA.
Carlos II |
El nuevo monarca, Carlos II, fue notablemente más prudente
que sus predecesores: en este periodo se reconocieron los derechos civiles fundamentales
mediante la ley de Hábeas Corpus y continuó la obra de fortalecimiento naval.
Por entonces aparecieron las dos grandes tendencias políticas que dominarían la
vida política del país en los siguientes siglos: los whigs, partidarios de someter
en la mayor medida posible la autoridad real al control parlamentario, y los
tories, más favorables a un poder monárquico robusto. De aquí surgirían, siglos
más tarde, los modernos partidos Liberal y Conservador, respectivamente.
En el exterior, su política se orientó a un entendimiento
con la Francia del Rey Sol, con quien llegó a negociar su conversión al catolicismo a cambio de financiación. El
compromiso se cumplió en el lecho de muerte del monarca, quien no dejó
herederos directos y fue sucedido por su hermano, Jacobo, duque de York.
LA REVOLUCIÓN GLORIOSA DE 1688.
Jacobo II |
Jacobo II se enemistó pronto con el Parlamento, con la
iglesia anglicana y con las clases populares. Una maniobra desarrollada en los
inicios de su reinado para apartarlo del poder dio origen a una despiadada
represión; a ello se sumó la cada vez más abierta preferencia del monarca por
los católicos, que llegaron a ocupar algunas de las posiciones políticas y
académicas más relevantes del país. Pero fue el nacimiento de un heredero varón
al trono lo que hizo estallar el descontento. Temiendo que se estableciese en
el trono de manera definitiva una dinastía católica y absolutista, los
opositores llamaron a la hija del rey, María, casada con el holandés Guillermo
de Orange, para que asumiese la corona. Ante la invasión de Inglaterra por Guillermo,
Jacobo huyó a Francia, donde falleció en 1701. A este derrocamiento, virtualmente
incruento, se le denomina “Revolución Gloriosa”.
Guillermo de Orange y Maria Estuardo. |
El Parlamento procedió a coronar de manera conjunta a María
y a Guillermo como nuevos reyes de Inglaterra. Ambos a su vez emitieron
documentos fundamentales como la Declaración de Derechos y el Acta de
Tolerancia, que hacían imposible un retorno a las políticas de Jacobo II. Así,
la Revolución Gloriosa tiene la trascendencia de haber hecho triunfar de manera
definitiva la monarquía parlamentaria, en oposición al Absolutismo.
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