miércoles, 2 de abril de 2014

Complemento a los apuntes de Marx

Alienación e ideología.



Alienación e ideología.

Feuerbach plantea el problema de la alineación en su obra "La esencia del cristianismo", en el contexto de la explicación del origen y naturaleza de la religión. El ser humano no es el producto de los dioses, sino más bien lo contrario, los dioses son el producto de los seres humanos: la religión es una invención de los seres humanos, el resultado de aplicar atributos trascendentes al mundo conocido, al mundo material y sensible, la duplicación trascendentente de este mundo terrenal. Una vez creado ese mundo trascendente de la religión, se produce una extraña inversión, por la que se intercambian los papeles del creador y de la criatura, que da lugar a la alienación religiosa.
En el caso del cristianismo, pues, resulta que no es Dios quien crea al ser humano, sino el ser humano quien crea a Dios. Ahora bien, una vez creado Dios, los seres humanos no lo ven como su propia imagen, sino que lo conciben como algo superior, hasta el punto de invertir completamente la relación de semejanza, creyéndose ellos imagen de Dios, y terminando por someterse a él. Pues bien, es en ese sometimiento en donde se consuma la alienación, la enajenación del ser humano, en la medida en que supone la pérdida de sí mismo, la renuncia a su propia naturaleza en favor de la de un ser ajeno. De este modo el ser humano se convierte en algo extraño para sí mismo, en un ser alienado. El producto de su objetivación se le impone como la verdadera y única realidad, a la que debe someterse, viéndose obligado a vivir "para otro".

La alienación en Marx.
Pero esta noción de alienación, que Feuerbach restringía al ámbito religioso, Marx la extenderá a todas las esferas de la actividad humana, empezando por la actividad esencial del ser humano: la producción de bienes para la satisfacción de sus necesidades. Producir es la actividad esencial de los humanos, lo que los distingue de otras especies animales. Producir significa transformar la Naturaleza, y al transformar la Naturaleza el ser humano expresa su rasgo esencial. No se limita a tomar de la Naturaleza, sino que deliberadamente busca modificarla. De ahí que el trabajo sea el concepto fundamental para entender al ser humano. El trabajo, como actividad productiva libre, es la actividad en la que el ser humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza. Todo lo producido de esta forma -un vestido, una estatua, una casa- es la esencia de la vida humana convertida en un objeto físico y, por tanto externo al productor. En la sociedad industrial, el trabajador no controla el producto de su trabajo. El producto en el que se objetiva su trabajo no le pertenece, convirtiéndose así en algo extraño, ajeno al trabajador: su actividad transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, sino que deviene propiedad de "otro". "El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un extraño, como un poder independiente del productor... el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño", dice Marx en los "Manuscritos económico-filosóficos". Además, en la medida en que el producto se convierte en una mercancía, el trabajo objetivado en él es tratado también como mercancía, por lo que el mismo sujeto productor, cuya actividad se halla objetivada en la cosa, en el objeto producido, se ve sometido a un proceso de reificación, de cosificación, mediante el que el termina por ser considerado simplemente como cosa, como mercancía.

“El trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante, cuando los seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control, que no ponen de manifiesto su humanidad, ya que no resultan de su libre actividad, sino de una actividad que es "para otro", que ya no les pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario, y de la son despojados. De esta manera es el capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los demás, resultando para ellos una actividad enajenada, alienada. Además, el objeto producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve para enriquecer al capitalista y aumentar su poder sobre el proletario. De este modo la actividad productiva se convierte en una actividad realizada bajo "dominación, coerción y el yugo de otro hombre". Los seres humanos en vez de relacionarse entre sí cooperativamente lo hacen competitivamente. El amor y la confianza mutua se ven reemplazadas por el comercio y el intercambio de y como mercancías. Los seres humanos no reconocen en el otro una naturaleza humana común: ven a los otros como instrumentos para satisfacer sus intereses egoístas. La humanidad, bajo la explotación del trabajo asalariado, aparece escindida, separada en dos partes que no reconocen su común humanidad”.

La explotación del trabajador se produce por partida doble; en primer lugar, el capitalista lo explota al apropiarse de la materia prima y de los medios de producción, así como de la plusvalía producida por el trabajador; pero en segundo lugar, lo explota como mercancía, considerándolo un mero apéndice de la maquinaria, una pieza más del sistema de producción. En esta segunda forma de explotación, el trabajador pierde toda autonomía personal y toda posibilidad de encontrar satisfacción en el trabajo. El capital no sólo se apropia de la plusvalía sino que se convierte en una fuerza tangible que exprime la vida misma del trabajador y que mutila sus talentos: el trabajo, su propia actividad, se convierte en el medio de su esclavitud, de su alienación.
Pero la alienación no sólo se da en el terreno de la actividad productiva, del trabajo. Además de la alienación económica, estructural y radical en la sociedad capitalista, derivan de ella otras formas de alienación, como la social, (a través de la división de la sociedad en clases), la política (con la división entre la "sociedad civil" y el "Estado") de las que, a su vez derivan otras formas de alienación ideológica, (como la religiosa y la filosófica) que buscan justificar la situación real de miseria para la mayoría y, al mismo tiempo, confundir y mistificar la realidad, creando una falsa conciencia de la misma.
La última fase de la alienación es, pues, la alienación ideológica. En ésta el trabajador cree que es legítima la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista. El trabajador cree que, como el capitalista posee legítimamente los medios de producción (talleres, maquinaria, fábricas...), tiene una pretensión o un derecho fundado para apropiarse una parte de su trabajo, de una parte de su actividad, de una parte de su vida. A su vez, se considera legítima la posesión de los medios de producción porque deriva de una apropiación legítima de plusvalías en etapas anteriores, construyéndose un círculo vicioso en los procesos de legitimación de la explotación. La eficacia de la explotación capitalista descansa sobre la noción de legitimidad: presentarse ante las conciencias de los explotados como moralmente justificables.
La ideología es una forma de ver el mundo que satisface los intereses de los explotadores. La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada de la realidad a fin de que los explotados consideren naturales y por tanto justificables e inevitables sus condiciones de vida: “siempre ha habido ricos”, “es natural que el amo se lleve una parte de la cosecha: es el dueño de la tierra, al fin y al cabo”, son expresiones que manifiestan la aceptación de la ideología dominante por parte de los dominados. La ideología se constituye en la culminación del proceso de alienación.

Así pues el concepto de IDEOLOGÍA posee dos significados:

a) Conjunto de ideas o representaciones humanas, formas de conciencia de manera neutral. Si un pueblo vive de una determinada manera, sus ideas, su arte, su religión, su filosofía están fundamentadas en las condiciones materiales.

b) La Ideología como falsa conciencia que no permite a los hombres comprender las fuerzas que guían su propio pensamiento. La deformación se debe a las condiciones sociales de existencia.

Funciones de la ideología

       a) La principal función es la de ocultar una situación real de opresión y contribuir a su mantenimiento.
       b) La ideología sirve en interés a quienes tienen el poder en una determinada sociedad, en el caso del capitalismo, a los dueños de los medios de producción.
       c) Asegura aparentemente la cohesión entre los hombres, dentro de la estructura real, que no es otra que la explotación de clases.
       d) Desfigura el pensamiento humano en beneficio de los intereses creados de la clase dominante.
       e) Tranquiliza los sentimientos de impotencia de la clase dominada con mensajes narcotizantes.
       f) Garantiza la dominación de una clase sobre otra, haciendo aceptar a los explotados su situación como algo que viene de la naturaleza o como algo que viene impuesto desde el cielo.

Clases de ideología
       a). La ideología económica es la base o raíz de todas las ideologías se basa en todos los presupuestos teóricos desarrollados por Smith y Ricardo que justifican el funcionamiento del liberalismo económico, las leyes del mercado, los salarios bajos, la necesidad del paro etc. como justos y necesarios para el buen funcionamiento de la sociedad, en esta ideología la consideración del asalariado es la de una pieza del engranaje del sistema, animal de carga o mera mercancía que tiene un valor y un uso.
       b). La ideología política presentará al Estado como un ente exterior neutro que regula el buen funcionamiento del sistema económico y es solidario con los pobres y oprimidos. Pero en realidad, el Estado es manejado por el capitalista (fuerzas de poder económico de la sociedad) y lo usa a su antojo y conveniencia. Todos los mecanismos del Estado estarán al servicio de la clase dominante (los dueños de los medios y modos de producción), la policía protegerá la propiedad privada de los poderosos, los jueces impartirán una justicia que favorecerán a los capitalistas y la administración estará al servicio de quienes proporcione buenos ingresos.
       c). La ideología filosófica sirve para justificar la división de la sociedad en dos clases de trabajos: el teórico y el manual como irreconciliable. El trabajo intelectual se manifiesta como algo puro, separado del mundo material. Aparecen individuos dedicados al trabajo de la pura teoría cuan­do en realidad se trata de una deformación ideológica, del mismo modo sucede con la división de la sociedad en clases sociales.
       d). La ideología religiosa como reflejo de un mundo invertido no actúa de forma inoperante sino que narcotiza y seda ante las inquietudes de la clase dominada.





El modo de producción

El conjunto de los elementos relacionados con la producción, así como los elementos socio-políticos e ideológicos, es decir, el conjunto de los elementos que forman parte de una sociedad, en un momento determinado de su desarrollo histórico, constituyen una determinada formación social, una totalidad social concreta, históricamente determinada.
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados con la producción material de la existencia, que constituyen la base sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues, siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social: jurídico-político e ideológico".
El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-política y la superestructura ideológica. En el modo de producción podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad. Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura económica de la sociedad.


Los modos de producción históricos
Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido varios modos de producción que, de acuerdo con las tesis del materialismo histórico, son los auténticos determinantes de la evolución histórica de la humanidad, por lo que la historia debería ser explicada en función de ellos, y no de acontecimientos externos, como la sucesión de dinastías o los dramatizados en el culto a los "héroes". Esa evolución histórica, de la que son protagonistas los seres humanos en su actividad cotidiana, partiría del comunismo tribal primitivo y, pasando por el modo de producción antiguo y el feudal, llegaría al modo de producción capitalista, (en plena expansión en la segunda mitad del siglo XIX), por lo que respecta a la historia de Occidente; y al modo de producción asiático, respecto a la historia de Oriente.


Clasificación de los Modos de producción con las correspondientes Relaciones de producción, Formas de explotación y Formas de apropiación del trabajo ajeno.



Modo de producción
Relaciones de producción
Forma de explotación
Forma de apropiación del trabajo ajeno
Comunismo primitivo
Comunitarias
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Asiático
Funcionarios— comunidad de aldea
Esclavitud general
Imposición de tributos colectivos en especie y trabajo (con coacción extra-económica)
Antiguo
Amo— esclavo
Esclavitud
Apropiación privada del trabajador (con coacción extra-económica)
Feudal
Señor— siervo
Servidumbre (dependencia personal)
Apropiación privada del excedente (con coacción extra-económica).
Capitalista
Capitalista— proletario
Trabajo asalariado (formalmente libre)
Apropiación privada de la plusvalía a través del “mercado” (sin coacción extra-económica)
Socialista
Entre libres asociados
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El modo de producción tribal. La sociedad tribal primitiva era una sociedad en la que no se daba la propiedad privada de los medios de producción, sino la propiedad colectiva, por lo que Marx llamará a este modo de producción "comunismo primitivo": un modo de producción en el que las relaciones sociales establecidas eran relaciones de colaboración, y los medios de trabajo y los productos obtenidos pertenecían a la sociedad.


El modo de producción asiático (en Oriente). Marx consideró que el modo de producción asiático no podía ser asimilado ni al antiguo ni al feudal, por lo que lo calificó de "asiático" u "oriental". Al depender del riego de las tierras, que exige un control centralizado de los recursos hidráulicos, se provoca la creación de gobiernos centralizados que se imponen sobre las dispersas comunidades agrícolas. Por otra parte, la simplicidad de la organización económica la convierte prácticamente en inmutable, de donde se explica su persistencia a través de los siglos.
El modo de producción antiguo. La sociedad antigua es una sociedad civilizada, pero basada en un sistema esclavista de producción. Las relaciones sociales en el régimen esclavista son, pues, de dominio y sometimiento. El agente propietario, el amo, ejerció dominio completo sobre las fuerzas productivas (mano de obra - el esclavo-, y medios de producción), de las que era propietario.

El modo de producción feudal. La sociedad feudal posee muchas características similares a las de la sociedad antigua. Las relaciones sociales de producción son también semejantes a las del modo de producción esclavista. Pero, pese a que el señor feudal posee la propiedad completa sobre los medios de producción, sólo en parte la posee sobre el trabajador (siervo), con el que establece una relación de servidumbre o vasallaje.

El modo de producción capitalista. Su base es la propiedad privada de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista, generando capital, por lo que la relación capitalista-proletario es una relación de explotación.

El capitalismo deberá dejar paso al modo de producción socialista, siguiendo la dialéctica de la historia, por la que la humanidad recuperará, superándolo, el modo de producción del comunismo primitivo. El modo de producción socialista se basa en un régimen de propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las relaciones de dominio y sometimiento se sustituyen por las de cooperación recíproca.


MODOS DE PRODUCCIÓN, CLASES SOCIALES Y FORMAS DE EXPLOTACIÓN EN ORIENTE Y OCCIDENTE hasta finales del siglo XIX


En Occidente
MODOS DE PRODUCCIÓN
CLASES SOCIALES
FORMAS DE EXPLOTACIÓN
Modos de producción tradicionales
m. de p. antiguo
amos/esclavos
esclavitud


m. de p. feudal
señores/siervos
servidumbre
Modos de producción modernos
m. de p. capitalista
burgueses/proletarios
trabajo asalariado
En ORIENTE
MODOS DE PRODUCCIÓN
CLASES SOCIALES
FORMAS DE EXPLOTACIÓN
Modos de producción tradicionales
m. de p. asiático
funcionarios estatales/comunidad de aldea
esclavitud general



Conflicto y cambio

Según Marx a cada sistema de fuerzas productivas le corresponde un determinado conjunto de relaciones de producción. Cuando las fuerzas productivas evolucionan, como éstas son las que producen unas determinadas relaciones de producción, estas relaciones deberían también evolucionar. Sin embargo, lo usual es que las personas beneficiadas por la antigua relación de producción intenten mantener su estado de privilegio. Esto produce un choque dialéctico, una contradicción que aboca a la sociedad a un conflicto que sólo se supera por un proceso revolucionario. Tal revolución social debe generar un cambio e instaurar una nueva época social.

Lucha de clases
        
·        El modo mediante el que se resuelve la contradicción expuesta es la lucha de clases. Para Marx, la lucha de clases es el motor de la historia, y todas las luchas que han existido a lo largo de la historia pueden entenderse como lucha de clases.

·        Cuando se habla de lucha de clases ha de entenderse algo más que un simple enfrentamiento entre explotados y explotadores. Cuando los obreros tomas conciencia de clase obrera, se emprende una lucha no contra los patronos aislados sino contra la clase dominante y el gobierno que los apoya.

·        La lucha de clases debe darse a tres niveles:

o       Lucha económica, lucha por poseer los medios de producción.
o       Lucha política, lucha por poseer el poder.
o       Lucha ideológica, lucha por implantar nuevas ideas que representen los intereses de la nueva sociedad.

·        La lucha de clases, que suele acabar con la victoria de la clase ascendente, instaura un nuevo régimen económico-social, viéndose obligada a cambiar la superestructura, y presentando sus intereses como los intereses de la sociedad en su conjunto. Este proceso se ha repetido a lo largo de la historia y tendrá su fin con la llegada del comunismo.





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