jueves, 20 de febrero de 2014

El contrato social

El contrato social es una teoría que explica cómo la autoridad política puede ser legítima y no mandar simplemente por su fuerza bruta, y hemos visto que es legítima cuando tiene el consentimiento de los gobernados.


Texto del vídeo:
El Contrato Social
 Es el siglo XIII, eres un musulmán en la ciudad de Kabul, Afganistán y un día ves 
en el horizonte el avance de hordas mongolas arrasando con todo en su camino. 
Llegando a Kabul aparece éste hombre, Gengis Kan y declara que la región y sus 
habitantes ahora le pertenecen. No te gusta la idea pero entiendes perfectamente bien 
por qué tu vida está ahora a la disposición de este hombre - por su su fuerza, la fuerza 
bruta.

 Avancemos unos 7 siglos. De nuevo eres un musulmán en Kabul y un día ves en 
el horizonte varios aviones de caza avanzando hacia la ciudad. De repente aparece 
este hombre, George Bush, y al igual que Gengis Kan, se declara jefe de la región. 
Tras el ataque de risa que te da, te das cuenta de que por tonto y débil que se vea, él 
también es capaz de acabar con tu vida. ¿Confundido? Creo que también lo es George 
Bush. ¿Cómo explicar este extraño hecho de que un hombre como Bush sea capaz de 
llegar a las alturas de poder de un Gengis Kan? La respuesta estriba en la noción del 
“el contrato social”. Veamos.
 El contrato social ha sido utilizado por filósofos como Thomas Hobbes, John 
Locke, Jean-Jacques Rousseau y, en el siglo veinte, John Rawls, para explicar cómo 
puede un gobierno detentar poder de forma legítima. La idea es que la legitimidad de 
un gobierno proviene del consentimiento de los gobernados.
 Para llegar a este consentimiento la teoría parte de una distinción básica inicial 
entre el estado de naturaleza por un lado y el estado civil por el otro. El estado de 
naturaleza no es esto ni el estado civil esto. Más bien, el estado de naturaleza es la 
condición en que se encuentra el hombre antes de hacer el contrato. No existen leyes 
ni ninguna autoridad o fuerza policiaca para mantener el orden. El estado de naturaleza 
se parecería más a esto y el estado civil a esto. Los teóricos del contrato social 
describen una serie de inconvenientes que brotan de esta carencia de autoridad y 
Hobbes va tan lejos para decir que la vida en semejante estado sería "solitaria, pobre, 
tosca, embrutecida y breve". Imagínate cómo sería la vida si mañana no hubiera 
ninguna ley en vigor ni ninguna autoridad para hacerla cumplir o castigar su infracción. 
¿Se volvería la sociedad salvaje? Hobbes al menos piensa que sí.
El caos que se desenvolvería se debe, según estos filósofos, a que cada quien en 
el estado de naturaleza es su propio juez y autoridad, de modo que las más de las 
veces la única forma de resolver disputas es mediante la fuerza bruta. Hobbes y 
compañía plantean que la gente se daría cuenta de eso y, uniéndose y discutiendo la 
situación, llegarían a acordar renunciar este "derecho de la naturaleza" de defenderse. 
En el pacto que luego harían entre todos, cada quien renuncia este derecho y lo cede a 
una sola persona o asamblea de personas (una autoridad o presidente y el gobierno 
que constituye).
 En este acto el Estado se crea (el gran Leviatán como Hobbes lo llamó), capaz de 
mantener el orden y la paz y así la gente entra en el estado civil.! Es por eso George que tienes, o tenía, todo ese poder. Los estadounidenses, por 
alguna razón muy extraña, decidieron otorgárselo, no una sino DOS veces. Qué 
barbaridad! En fin . . .
 Estos filósofos no argumentan que para cada pueblo hubo históricamente un 
estado de naturaleza, luego un convenio hecho entre todos y de repente el estado civil 
(aunque se podría entender la redacción y firma de una constitución un tanto en esos 
términos). Más bien, plantean el contrato en términos hipotéticos, como algo que la 
gente haría bajo ciertas condiciones.
Pero histórico o no, está claro que todos los que viven actualmente hoy en día no 
fueron parte de semejante pacto. ¿Entonces, cómo dan su consentimiento? Según 
Locke, cada quien lo da de forma tácita. Su permanencia dentro del territorio de un 
gobierno determinado ratifica implícitamente su legitimidad. La idea es que si uno no 
estuviera de acuerdo podría abandonar el territorio.
 Equivaler la legitimidad con el consentimiento de los gobernados es la idea básica 
que subyace las democracias modernas, pero nuestros filósofos han sacado 
conclusiones bastante distintas a partir de la argumentación básica que hemos visto 
aquí.
 Hobbes, por ejemplo, concluye la necesidad de un monarca con poder absoluto. 
Locke, quien piensa que una sociedad sin gobierno no sería tan caótico, plantea un 
balance de derechos y obligaciones más parecido a las constituciones democráticas 
contemporáneas. Rousseau, el más radical de los tres, argumenta que nunca hubo un 
contrato sino más bien un largo proceso de socialización, lo cual ha degenerado la 
naturaleza del hombre, y, mediante la violencia de los ricos sobre los pobres, la 
imposición de una forma de gobierno que favorece los intereses de aquellos sobre 
estos. De modo que, para que se trate de un consentimiento libre e informado, tiene 
que haber una revolución moral y cultural para lo cual es necesario someterse a lo que 
él llama “la voluntad general”. Este cambio moral es lo que posibilitará un estado civil 
de verdad.
 En el planteamiento de Rawls, quizá el más sofisticado de los cuatro, la noción del 
contrato social se utiliza para derivar lo que Rawls llama los “principios de la justicia” 
que deberían regir el funcionamiento básico de la sociedad. En su libro La Teoría de la 
Justicia, el estado de naturaleza (cosa que llama la “posición original”) es un dispositivo 
teórico, un experimento de pensamiento, en el que todos llegan a un acuerdo sobre los 
principios de justicia detrás de lo que él llama un “velo de ignorancia”. La idea es que, si 
uno no supiera su lugar en la sociedad, su posición o estatus social, derivaría principios 
equitativos para todos.
Hemos visto aquí un esbozo general del uso del “contrato social” en estos 
filósofos. Por supuesto, hay numerosos detalles en los que no he entrado. Lo 
importante para efectos de esta introducción es saber que el contrato social esuna teoría que explica cómo la autoridad política puede ser legítima y no mandar 
simplemente por su fuerza bruta, y hemos visto que es legítima cuando tiene el 
consentimiento de los gobernados.

Muchas gracias por ver este vídeo. Hasta la próxima y buen provecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario